31 July 2012

HISTORIC CHOICE

A WORD ON EARTH NEWS

By: Sylvia Davila MM
Bogotá
COPYRIGHT
July 31/2012
Abajo en Español



History, after all, is a point of view; therefore, perspective always makes a difference. In the history of Humanity the center of power has gently moved from east to west, from the far East, to the Middle and near East, to the Mediterranean, to Europe and to America. A world that turns. Every one of those powerful cultures left an imprint of their leadership. But as power changed from hand to hand in every one of them, that imprint delivered both enlightment and all sorts of shades.
During the last period that began in the 80s - when in America transformative Hippies gave way to the Yuppie era led by Ronald Reagan´s eight years administration - the world at large began a process of tight conflicts, wide economic gaps and increased population. Recently, at the turn of the millennium led in America by eight years of both Bush administrations, the world saw emerge the peak of an iceberg crowned by the Wall Street crisis, a crisis that revealed to the public a tragic truth: greed, ambition, selfishness, immorality and a blind quest for money had left people without their money, their job, their hopes, and was pushing the entire world to an edge. Angry mobs in America and by extension all over the world were ready to hit the streets "indignant" with the way their lives were being handled.

When that scenario was on stage a most extraordinary thing happened in America. Martin Luther King's dream made all its way through with Barack Obama. On that won election day, when he showed up walking before a huge American flag waving stars and stripes, King's dream broke a frontier in history, from slavery to leadership.


His proposal was change that though innovative these days, actually takes us back to the roots of civilization. From the very beginning communities gathered around resources, built shelters, became productive, taught their children the ways of survival and managed to make that happen for all. That essence of life remains at the heart of every community today as it was at the beginning, and it was what that unexpected black-white American president was delivering, the essence of a community life: Jobs (see charts) Health (Obamacare); Rights (Dont´ask don’t tell), equal pay for women (everybody´s rights); Education (teachers back to classrooms); New sources of Energy; taxes fair for all; Peace (end of Irak war) etc. What matters here are not the stats themselves but the subjects chosen the priorities, the principles of any community. And what is ironic of those same stats is that they serve both his followers and his opponents. Teachers do not ask children´s political affiliation to make them wise; doctors attend their patients regardless of their political likes; energy arrives to every home; equal pay for women increases all household budget. Obama holds a vision that gives and shares.

The contrast between these facts -the basics of a good community life - and the Wall Street crisis symbol is there for all to see and to choose. So the world turns. The great grand child of the first slave registered in America, Barack Obama, closes beautifully a circle when standing at the top he extends a hand to everyone. Someone who cares.

When giving takes place fairness arises, violence melts, life become productive, peaceful and joyful, principles that define and build a civilization. In fact, those were the tools that the first Americans used to start creating the big nation they have today. Community principles  run on their veins. Recognition of a right lead should be at hand. Besides, a leadership with such a vision making an impact on this globalized world can change it for the good of all. That is why Americans heading these days to a general election have in their hands an historic choice: to keep and reproduce the Wall Street crisis symbol and go on being "indignant", or to take leadership to show the World a very much needed Change that will serve, first of all, them./ July 31/2012 - Sylvia Davila M (c)


La historia después de todo, es un punto de vista. Por eso, la perspectiva hace siempre una diferencia. En la historia de la humanidad el centro de poder se ha movido lentamente del este al oeste, desde el lejano Oriente al mediano y cercano Oriente, al Mediterráneo, a Europa y a América. Este es un mundo que gira. Cada una de esas poderosas culturas ha dejado la huella de su liderazgo. Pero como el poder pasó de mano en mano en cada una de ellas, esa huella tiene tanto de ilustración como de sombras.

Durante el último período que empieza en los 80s – cuando en Norteamérica la profunda transformación Hippy dio paso a la era Yuppie liderada por ocho años de administración Reagan – el mundo en su conjunto inició un proceso de apretados conflictos, brechas económicas y aumento poblacional. Más recientemente, al iniciar el Nuevo milenio liderado en América por ocho años de las administraciones Bush, el mundo vio surgir el pico de un iceberg coronado por la crisis de Wall Street, una crisis que puso de manifiesto una trágica verdad: la codicia, la ambición, el egoísmo, la inmoralidad y una búsqueda ciega de dinero había dejado a la gente sin su dinero, su trabajo, sus esperanzas, y empujaba al mundo entero al borde del abismo. Multitudes furiosas en América y por extensión en todas partes del mundo estaban listas a salir a las calles indignadas con el manejo que se le estaba dando a sus vidas.

Cuando ese era el escenario, algo extraordinario sucedió en América. El sueño de Martin Luther King recorrió todo el camino con Barack Obama. En día de su elección cuando caminó frente a una bandera gigante vestida de rayas y estrellas, el sueño de King rompió una frontera en la historia, de la esclavitud al liderazgo.

Su propuesta fue un cambio que, aunque innovativo por estos días, de hecho, nos remonta a las raíces de la civilización. Desde el comienzo de la historia las comunidades se reunieron en torno a recursos, buscaron refugio, se volvieron productivas, enseñaron a sus hijos las claves de la supervivencia y consiguieron que todo eso sucediera para todos. Esa esencia de la vida permanece en el corazón de toda comunidad hoy como lo hizo en los comienzos, y fue eso lo que un inesperado presidente blanco/negro estaba ofreciendo: Trabajo (Ver tablas), Salud (Obamacare), Derechos (Dont´ask don’t tell), Equidad en los sueldos de las mujeres (los mismos derechos para todos), Educación (Maestros de vuelta a las aulas), nuevas Fuentes de Energía, Paz (fin de la guerra en Irak), etc.
Lo que es interesante de estos hechos no son tanto los hechos en sí mismos como los temas escogidos para trabajar, las prioridades, los principios de toda comunidad. Y lo que es irónico de los mismos hechos, es que estos sirven tanto a sus seguidores como a sus opositores. Los maestros no preguntan la afiliación política de los estudiantes, los médicos tampoco lo hacen con sus pacientes, la energía llega a todas las casas, sueldos equitativos para mujeres aumenta el presupuesto de todos los hogares independientemente de su afiliación política. La visión de este presidente norteamericano da y comparte.

El contraste entre lo arriba expuesto – lo básico de una buena vida comunitaria – con el símbolo de la crisis de Wall Street está a la vista de todos. Sólo hay que escoger. El mundo sigue girando. El tataranieto del primer esclavo registrado en Norteamérica cierra increíblemente un circulo cuando al llegar a la cima extiende la mano no a algunos sino a todos.

Cuando la equidad tiene lugar, la justicia toma vida, la violencia desaparece y la vida se vuelve productiva, pacifica y feliz, todos principios que definen y construyen una civilización. De hecho, esas fueron herramientas que utilizaron los primeros pobladores de Norteamérica para construir la nación que hoy tienen. El principio comunitario corre por sus venas. Reconocer el liderazgo correcto debería suceder sin dificultad. Además, un liderazgo con ese contenido tendría un impacto en este mundo globalizado capaz de cambiarlo para beneficio de todos. Es por eso que los Americanos que por estos días se preparan para sus elecciones, tienen en sus manos una escogencia histórica: mantener y reproducir el símbolo de la crisis de Wall Street y seguir indignados, o asumir el liderazgo y mostrarle al mundo un cambio a todas luces necesario que sirve, primero que a todos, a ellos mismos./ July 31/2012 - Sylvia Dávila M ©






1 comment:

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