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Illustrations: Google Images
Sept 26, 2013
Sept 26, 2013
ABAJO EN ESPAÑOL
It all began with Lucy and she lived in Africa. Mankind surfaced on Earth in a field rich in biodiversity, water, green, oceans, desert, fauna and flora, paradise. Huge and located at the very center of man-made maps, the African continent that saw the dawn of Humanity has been the principal actor of the greatest tragedy of its history. A place inhabited by peoples organized in a vast variety of communities all around the continent, saw in the past the incoming of the then Imperial Europe. From then on, the continent advanced not according to the natural development of its inhabitants, but attached to European confrontations translated into African land.
Along with that initial fracture came a hard burden and profound shame: racism. The fathers of Humanity were oppressed in their own land and for being what they are. The lowest part of the story comes when they are chased, captured, transported and sold as merchandise. Their lands taken, their dignity crashed, their families broken, slavery stood in their lives for African people´s deepest pain, and Humanity unrecognized shame. That is the past. That is what happened.
Today, the story is different but the tragedy holds. Detained in their natural development, obliged to take foreign political divisions and cultures, when independence came their own original ways were blurred and the new paths ahead uncertain. A quick look of today´s world-wide measurements, place Africa in the first line of scarcity in all fields. Although, at present, African nations have made great efforts to grow, they still remain - as a continent in the concert of nations - a shame for Humanity. After all they have been through, they were left empty-handed. Present European generations are not to blame, of course. What was done was done in the past. Today, young European generations filled with centuries of knowledge, educated, aware of a globalized world, owners of technology, and conscious of the fragility and difficulties of their Union, see the future with pragmatism and uneasyness. The irony hear is that in the context of this productive World and its economic structure, a literate, productive, modern, active African Continent would become a vast engine, huge market, for economic growth in the entire region. As a test for an ever turning planet, in a near future, the salvation of the European Union depends on African flourishing, hand in hand, knowledge and want, technology and need, mind and fairness, Europe push, African ways. The Americans and Brazil that served themselves from slavery for so long, have an important word to say and their hand in the push will make the difference.
That way, an old inherited debt with Africa will be paid, both continents will be saved, Humanity as a whole, all countries of the world that contribute with that cause, will stand for making wrongs right, African people will regain the dignity they deserve in the concert of nations, and every man and woman on Earth will recall and respect the ancient God-will call which established that all Humanity would come Out of Africa./ SDMM, Sept 26, 2013
AFRICA MIA
Todo empezó con Lucy y vivía en Africa. La raza humana apareció en la tierra en un territorio rico en biodiversidad, agua, verde, mares, desiertos, fauna y flora, un paraíso. Gigantesco y ubicado en el centro de los mapas hechos por el hombre, el continente Africano que vio el surgimiento de la Humanidad ha sido protagonista de la peor tragedia de su historia. Un lugar habitado por gentes organizadas en una gran variedad de comunidades vivió en el pasado, la llegada de la entonces Europa imperial. A partir de ese momento, el continente avanzó, no de acuerdo al desarrollo natural de sus gentes, sino atado a las confrontaciones en Europa traducidas en terreno africano.
Con esa primera fractura de su existencia llegó también una carga inmensa y una profunda vergüenza: el racismo. Los padres de la Humanidad fueron oprimidos en su propia tierra y por ser lo que son. El punto más bajo de esta historia tiene lugar cuando los africanos son perseguidos, capturados, transportados y vendidos como mercancía. Sus tierras tomadas, su dignidad destrozada, sus familias destruidas, la esclavitud se estableció en sus vidas con un profundo dolor para los africanos y una vergüenza nunca reconocida por la Humanidad. Ese es el pasado, fue lo que sucedió.
Hoy, la historia es diferente pero la tragedia continúa. Detenidos en su crecimiento natural, y obligados a aceptar divisiones políticas y culturas ajenas, cuando llegó la independencia sus formas originales de organización se habían desdibujado y el camino hacía adelante era incierto. Una rápida mirada a las mediciones en todo el Mundo ubican a Africa en el primer renglón de necesidad en todos los renglones. Pese a que las naciones Africanas han hecho un gran esfuerzo por surgir de su estancamiento - como continente en el concierto de naciones- continúan siendo una vergüenza para la Humanidad. Después de todo lo que han vivido quedaron con las manos vacías. No se trata, por supuesto, de culpar a las nuevas generaciones de Europeos. Lo que sucedió, sucedió en el pasado. Por el contrario, hoy en día la generación joven de Europa, cargada con conocimientos centenarios, educada, dueños de tecnología, y conscientes del mundo globalizado y de la fragilidad y dificultades de su Unión, ve el futuro con pragmatismo y ansiedad. La ironía aquí es que en el contexto de un Mundo productivo y de su estructura económica, una continente Africano alfabetizado, productivo, activo y moderno sería un motor inmenso, un mercado inmenso, para el crecimiento de toda la región. Como una prueba de que este mundo gira, en el futuro cercano, la salvación de la Unión Europea depende del florecimiento de Africa, de la mano, conocimiento y deseo, tecnología y necesidad, mentes cultivadas y equidad, un empujón de Europa a las iniciativas propias de los Africanos. Los Estados Unidos y Brasil que durante mucho tiempo se sirvieron de la esclavitud tienen un importante papel a jugar en este escenario y su ayuda en el empujón hará la diferencia.
De esa forma, una vieja y heredada deuda con Africa quedará saldada, ambos continentes se salvan, la Humanidad entera, todos los países que contribuyan a esa causa, apoyarán la rectificación de una inmensa injusticia, los Africanos retoman la dignidad que se merecen en el concierto de naciones, y cada hombre y mujer en el planeta recordará y respetará el viejo deseo de Dios que estableció que toda la Humanidad saliera de Africa./SDMM Sept 26, 2013